sábado, 21 de mayo de 2011

La sinfonía del tiempo breve

¿Que poder tiene la curiosidad en nuestras vidas? ¿Cuánto nos arrastran las ganas de explorar mundos? Mucho o poco, cada uno sabrá, pero... ¿cuánto disfrutamos de ese camino? Quizá no vale tampoco preguntarse mucho. La vida es, entre muchas cosas, un gran y efímero misterio y quizá lo que mas vale frente a él es sólo vivirlo y no arruinarlo preguntándose cosas raras. 
Esta novela parece escrita por un viejo sabio. Tiene toda la magia de alguien que parece haber vivido intensamente, y mucho. Sin embargo su autor, Mattia Signorini, es un joven italiano de apenas 31 años que es en la actualidad una de las grandes promesas de la literatura italiana. 
La novela, cortita y jugetona, es -como dice su contratapa- una alegoría de la existencia y una forma de descubrir el universo imaginario de lo escencial.
Es la historia de un viaje, como cualquiera, pero mirando su lado fantástico y misterioso. Es una novela que nos emociona porque habla de nosotros, del lugar que tiene la esperanza, la curiosidad y la amistad. No diré mucho mas. Recorrer estas páginas es meterse, en otro formato, dentro de una película de Tim Burton. Sí, es como "El gran pez". Y así termina uno de leerla.
Quizá uno recorra sus ciento ochenta páginas sólo para que te diga que la vida hace lo que tiene que hacer. No es poca cosa, y vale la pena el recorrido.

Balzac y la pequeña costurera china

Recorriendo las calles de La Boca, ese hermoso barrio porteño, leí en una de sus coloridas paredes : La lectura es el viaje de los que no pueden tomar el tren. Me emocionó verla ahí, como esas pintadas políticas de bajo costo, en medio de paredes derruídas. Y me gustó porque utiliza una linda imagen para hablar del enorme poder de transformación que tiene la lectura y de los mundos que nos abren la narración, la poesía y las ideas.
Balzac y la pequeña costurera china, es una hermosa película de Dai Sije, basada en una novela autobiográfica del mismo director que, hijo de un médico, fue "reeducado" en las montañas cercanas al Tibet. Está contextuada en los últimos años de la Revolución Cultural China. y llega hasta entrados los '80 del pasado siglo En ese opresivo marco, dos jóvenes son enviados por el Estado a "reeducarse" en lejanas montañas. La música y la capacidad narrativa de ambos serán las herramientas para que puedan conectarse con la vida, la creación y –sobre todo- con la amistad y el amor. La narración y su poder es en este breve pero intenso drama, de crudeza política y austera intimidad, como algo mágico que va transformando a quienes se acercan a ella. Una película para ver… y después de verla, es una película que nos hace leer, porque nos recuerda los buenos momentos en que nos quedamos pensando en esa historia que nos ha tenido atrapados en la noche…, página por página, y que nos abre el mundo de sentidos, con ese boleto que hemos comprado en la librería o que nos prestó un amigo.
 
La película es también un alegato contra esos sistemas políticos que con una infantilidad de crueldad ilimitada pretenden encorcetar la imaginación de los seres humanos. Claro, en este sentido puede uno memorar las películas de Yian Yimou, pero ésta tiene un aire muy diferente y con mucha pasión se concentra en la creación como lugar de la crítica al sistema y como lugar desde el cual los hombres se entienden. Como la neolengua en “1984” de Orwell, el lenguaje es también nuestro mundo, que será mas rico cuantas más formas tengamos de representarlo, decirlo y sentirlo. La película no tiene desperdicio… Es rara, porque termina y dan ganas de leer, sobre todo a Balzac. Pero a mi se me dio por Don Quijote, ahí estaré hoy, cabalgando con el hombre de la bella figura,seguramente hasta bien entrada la noche.