Hay quienes damos un gran
rodeo para darnos cuenta que la vida es un milagro que se descubre en la
elegancia y la grandeza de las pequeñas cosas. Hay otros privilegiados que,
vaya a saber porqué razón, simplemente viven ese milagro como algo cotidiano, simple
y asombroso a la vez. Pues bien, La fortuna de vivir, es una hermosa película
de de Jean Becker, que trata de estas cuestiones: la transformación de la vida
cuando disfrutamos de las pequeñas cosas. Cuando uno termina de verla parece
resonar en nuestro oído aquella canción de Serrat: De vez en cuando la vida
afina con el pincel, se nos eriza la piel y faltan palabras, para nombrar lo
que ofrece a los que saben usarla. Es que “saber usarla” es todo un arte,
para lo cual hay que desaprender mucho y atreverse a andar, sentirse orgulloso
de formar parte de la vida de ese amigo, capaz de reconocer el amor cuando
aparece, saber pasar el tiempo con sentido, y también sin sentido, simplemente
pescando ranas, caminando por las orillas de un río o dejando que la música se
apodere de nuestros sentidos. La Fortuna de vivir es una película para ver,
para disfrutar. Uno puede identificarse –de a ratos- con uno u otro de estos
amigos que ensayan distintas formulas para darle sentido a su existencia, y
sentirla. Pero indefectiblemente nos lleva a pensar la forma en que andamos
nuestro camino. Una delicadeza que conviene tener en cuenta cuando vamos al
video club.
Salú !!
J.Q.
cada trabajo tuyo enriquece mas el blog, Juan.Está cada vez mejor!! ayer vi otra vez la de emma thompson y dustin hoffman en Londres, como se llama? , geniales actores!!!
ResponderEliminarHola Elsita... si de verdad las cosas son así es porque, entre otras cosas, me alimento con lindos amigos. Agradezco tenerte ahí... Abrazos muchos Elsita !!!!
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