sábado, 21 de mayo de 2011

Balzac y la pequeña costurera china

Recorriendo las calles de La Boca, ese hermoso barrio porteño, leí en una de sus coloridas paredes : La lectura es el viaje de los que no pueden tomar el tren. Me emocionó verla ahí, como esas pintadas políticas de bajo costo, en medio de paredes derruídas. Y me gustó porque utiliza una linda imagen para hablar del enorme poder de transformación que tiene la lectura y de los mundos que nos abren la narración, la poesía y las ideas.
Balzac y la pequeña costurera china, es una hermosa película de Dai Sije, basada en una novela autobiográfica del mismo director que, hijo de un médico, fue "reeducado" en las montañas cercanas al Tibet. Está contextuada en los últimos años de la Revolución Cultural China. y llega hasta entrados los '80 del pasado siglo En ese opresivo marco, dos jóvenes son enviados por el Estado a "reeducarse" en lejanas montañas. La música y la capacidad narrativa de ambos serán las herramientas para que puedan conectarse con la vida, la creación y –sobre todo- con la amistad y el amor. La narración y su poder es en este breve pero intenso drama, de crudeza política y austera intimidad, como algo mágico que va transformando a quienes se acercan a ella. Una película para ver… y después de verla, es una película que nos hace leer, porque nos recuerda los buenos momentos en que nos quedamos pensando en esa historia que nos ha tenido atrapados en la noche…, página por página, y que nos abre el mundo de sentidos, con ese boleto que hemos comprado en la librería o que nos prestó un amigo.
 
La película es también un alegato contra esos sistemas políticos que con una infantilidad de crueldad ilimitada pretenden encorcetar la imaginación de los seres humanos. Claro, en este sentido puede uno memorar las películas de Yian Yimou, pero ésta tiene un aire muy diferente y con mucha pasión se concentra en la creación como lugar de la crítica al sistema y como lugar desde el cual los hombres se entienden. Como la neolengua en “1984” de Orwell, el lenguaje es también nuestro mundo, que será mas rico cuantas más formas tengamos de representarlo, decirlo y sentirlo. La película no tiene desperdicio… Es rara, porque termina y dan ganas de leer, sobre todo a Balzac. Pero a mi se me dio por Don Quijote, ahí estaré hoy, cabalgando con el hombre de la bella figura,seguramente hasta bien entrada la noche.

3 comentarios:

  1. que te presta un amigo O AMIGA...jajaja. te quiero Juan más si me prestaras el libro prometido jajajaj. La Negra Suyai

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  2. YA ESTABA EXTRAÑANDO ESTE BLOG. Alberto Fernàndez

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