miércoles, 15 de junio de 2011

Kundera, el olvido y la memoria

En La lentitud (1994), Kundera hace una larga reflexión sobre el tema de la velocidad, cruzándolo con cuestiones que atraviesan toda su literatura, por ejemplo la memoria y el olvido, pero también -obviamente- el amor. En los fragmentos reproducidos mas abajo comparto algo de ésto. El resaltado en cursiva es de mi autoría.
Salú!!

De pág. 47.
Hay un vínculo secreto entre la lentitud y la memoria, entre la velocidad y el olvido. Evoquemos una situación de lo más trivial: un hombre camina por la calle. De pronto, quiere recordar algo, pero el recuerdo se le escapa. En ese momento, mecánicamente, afloja el paso. Por el contrario, alguien que intenta olvidar un incidente penoso que acaba de ocurrirle acelera el paso sin darse cuenta, como si quisiera alejarse rápido de lo que, en el tiempo, se encuentra aún demasiado cercano a él.
En la matemática existencial, esta experiencia adquiere la forma de dos ecuaciones elementales: el grado de lentitud es directamente proporcional a la intensidad de la memoria; el grado de velocidad es directamente proporcional a la intensidad del olvido.

De la pág. 146
Cuando evoqué la noche de Madame de T., traje a colación la archí conocida ecuación de uno de los primeros capítulos del manual de la matemática existencial: el grado de velocidad es directamente proporcional a la intensidad del olvido. Pueden deducirse varios corolarios de esta ecuación, por ejemplo éste: nuestra época se entrega al demonio de la velocidad y por eso se olvida tan fácilmente a sí misma. Ahora bien, prefiero invertir esta afirmación y decir: nuestra época está obsesionada por el deseo de olvidar y, para realizar ese deseo, se entrega al demonio de la velocidad; acelera el paso porque quiere que comprendamos que ya no desea que la recordemos; que está harta de sí misma; asqueada de sí misma; que quiere apagar la temblorosa llamita de la memoria.

6 comentarios:

  1. Lentitud y velocidad en relación con la memoria.!. Es muy fuerte. Cualquiera de nosotros cuando revive una situación que ha sido importante y dolorosa huye. O sea, se acelera para olvidar. Por qué nuestra época estaría obsesionada por olvidar y se acelera sin poder detenerse a profundizar, a recordar? Ojalá estuviera tan harta de sí misma que profundice sus contradicciones para producir cambios estructurales en beneficio de la mayoría de los humanos y su entorno.

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    1. Ha sido la lógica de la vida moderna, creo. El desarrollo tecnológico ha instalado un predominio de lo efímero en nuestras vidas.
      Gracias por comentar Mirta!!

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  2. Coincido con el resultado de la velocidad y la lentitud: la memoria o el olvido, pero no se pueden colectivizar las ecuaciones. Son una expresión individual con protagonistas variables y contextos también variables

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    1. Totalmente de acuerdo Osvaldo, muy buena observación...
      Un abrazo y gracias por comentar!

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  3. Uno se identifica rápidamente con el vínculo que describe Kundera...Pero por algo nos provoca angustia la velocidad actual...tal vez no fue tan malo el pasado y se nos ha impuesto olvidarlo.

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  4. Es cierto lo de la angustia, lo efímero de la vida veloz tiene mucha incertidumbre y ello va de la mano con muchos de los problemas de nuestra forma de vida, creo. Aunque también tiene enormes ventajas... digo...el blog se llama "medio lleno" debo ser consecuente con ello, jejejeje
    Muchas gracias por comentar Fástima!! Un abrazo.

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