martes, 4 de enero de 2011

La venganza de los patriotas

Si viviera en la China, diría: es una buena novela policial. Pero vivo en Argentina, en América Latina, entonces, cuando termino de leer La venganza de los patriotas de Miguel Bonasso me digo: “¿Cómo puede ser que se siga sosteniendo una visión de la historia  americana tan profundamente porteña (de Buenos Aires)?. Sólo así puede explicarse la ignorancia respecto a la sobresaliente actividad de Monteagudo en el proceso libertario de América Latina, que fue secretario y asesor de Castelli, O'Higgins, San Martín y Bolívar.
El libro relata, bajo el formato de novela, la historia de la campaña libertadora del Perú que lleva adelante el Gral San Martín, y la importancia de ese país en la liberación continental que termina de resolver Bolívar, después de la reunión que éste y el primero tuvieron en Guayaquil. Si ése es el gran tema, Bonasso nos revela –con la trama propia de una novela policial- la manera en que desde un comienzo, hombres como San Martín o Bolívar tienen que vérselas con grandes miserias humanas: la avaricia, la envidia, el complot, la deslealtad, etc. Quizá ésta haya sido la gran habilidad de estos hombres: haber conducido esas grandes campañas de liberación, uno desde el norte y el otro desde el sur, sabiendo que esas miserias son parte de la construcción de una sociedad, parte de la vida. El tema es que esas miserias pueden terminar minando el espíritu, los proyectos, las ideas y, por supuesto, comprando hombres y mujeres. Mucho de esto –mas allá de las habilidades del enemigo- le pasó a los dos libertadores. Como en cierto momento dice Ayala, uno de los más importantes colaboradores de Monteagudo, luego de desbaratar un atentado de los peruanos contra San Martín: ¿No nos estarán corrompiendo y dividiendo esos quinientos mil pesos que les sacamos a los maturrangos y la municipalidad nos regaló? Antes ninguno pensaba en otra cosa que en la Patria y la Gloria y ahora sólo piensan en dinero y en honores. Antes éramos todos como “el hachado” (por el Gral Arenales, gran patriota leal de San Martín) y nos conformaban con un frasco de yerba y un pedazo de charqui, ahora queremos palacios y dinero, mucho dinero, como Lord “metálico” (se refiere al almirante inglés, al servicio de San martín, Cochrane).
Lo cierto es que esas miserias que se presentan en forma de complot, sublevaciones y mezquindades de todo tipo, terminan socavando el proceso libertario. Ni la monarquía de San Martín, ni la república y la Unión Latinoamericana de Bolívar fueron posibles. San Martín, agotado de tanto complot y deslealtad, y sin fuerzas propias para dominar el Perú, se retira. O'Higgins, presionado por la posibilidad de una guerra civil en su Chile, se exilia en Perú. En muy poco tiempo, Sucre –el principal brazo militar de Bolívar- y Monteagudo –el brazo político- son asesinados en sórdidas y cobardes emboscadas. Bolívar, en  escasos años, fue abandonado por sus connacionales y se retiró, atrapado por la tisis y la decepción.  El Perú como la futura Argentina, se undían en la inestabilidad y la violencia; Venezuela y Colombia se separaban de la Gran Colombia que había creado Bolívar. Monteagudo, que había conducido la sección de espionaje de la campaña de San Martín, había profetizado este final: Oh, Dios mío,!! La pena que me causa cuando reflexiono que toda esta guerra por nuestra independencia es una guerra mansa comparada a los destrozos, matanzas y asesinatos que hemos de ver en estos países, después de haber botado el último español de tierra americana. (402)
Monteagudo. Bien, aquí nos encontramos con el gran tema que articula la trama policial de la novela : el asesinato de Bernardo de Monteagudo. El texto nos atrapa, aunque no desde el comienzo. Diría que hay que esperar un poco. Pero ya en el tercer capítulo uno está enteramente sumergido en ese vertiginoso proceso, mezclado entre espías, compra de voluntades y amores apasionados. 
Bonasso nos lleva de la mano por la historia oculta de las campañas libertadoras donde las mujeres tienen un lugar importantísimo. No sólo para darle un voltaje erótico a una novela de corte policial, sino porque  -como se sabe- ellas realmente combatieron apasionadamente, entre sábanas (lugar ideal para extraer información) o en el campo de batalla. Así mujeres como Rosa Campusano, Manuela Sáenz, Carmen Guzmán o Lucía Gana están en la novela con toda su pasión. El texto es atrapante, sorprende a cada paso. Son 402 páginas que van del espionaje a la guerra pasando por las alcobas donde, por ejemplo, San Martín es presa de su amante peruana que, con paciencia incaica, toma con las dos manos el “sable corvo” y le hace una felattio descomunal. Párrafos que, seguramente, abrirán algún debate. Pero... como dice el propio Bonasso en una entrevista: después de tanto luchar… el padre de la patria se merecía alguna alegría, no?. Un libro altamente recomendable.

2 comentarios:

  1. me encanto el comentario sobre el libro del que me habias hablado la noche anterior!
    entre lo que me contaste y lo que dice, se traduce cierta fidelidad al relato. buenisimo juanu!

    ResponderEliminar
  2. Esta bueno!!...me intereso bastante capaz en una de esas me lo compre!! :D

    ResponderEliminar

¿Que te parece este artículo? Esperamos tu comentario !!